Didier Drogba un ser humano antes que estrella de futbol

pato 9:41 | ,

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 Nueve anotaciones en nueve finales o ser declarado el mejor goleador del mundo del siglo XXI, otorgado por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, son datos alucinantes que hablan del poder de fuego que tienen las piernas de este goleador que en sus inicios fue lateral derecho. 


Didier Drogba junto a Peter Cech, John Terry y Frank Lampard hace parte de la columna vertebral del nuevo campeón de Europa, el Chelsea; un equipo tacaño con el espectáculo pero que defiende muy bien, contragolpea letalmente y que tiene en el delantero costamarfileño, su principal factor diferenciador. 

Pero hoy no voy hablar del artillero, voy hablar de un hombre de 34 años, casado, padre de tres niños y que piensa firmemente que de nada vale la fe que no se manifieste a través del amor al prójimo. 


En estos momentos, el delantero azul es un verdadero modelo de trabajo incansable, abandonado a su suerte en muchas ocasiones para que el solo se construya sus oportunidades de gol es un espécimen que a pesar de la adversidad no se rinde y nunca baja los brazos por muy oscuro que se presente el panorama; un tipo que a estas alturas de su vida arrasa más con su corazón, con su espíritu batallador y su ejemplo, que con sus goles. 


Y es que ver al bombardero africano consolar con un abrazo a Robben y a Schweinsteiger después de su mágica noche alemana, dice claramente qué tipo de persona es el negro de ébano. Es el mismo hombre que momentos después que Costa de Marfil se clasifico para el Mundial de Fútbol del 2006 en Alemania, tomó el micrófono, se puso de rodillas frente a las cámaras de televisión y rogó a los dos bandos que se enfrentaban en un cruel conflicto interno en su patria para que depusiesen las armas.

La respuesta fue el cese el fuego después de 5 años de guerra civil. Con frecuencia viaja a las zonas pobres de su país y gestiona ayuda humanitaria a través de la Fundación Didier Drogba. En el 2009 después de una visita a su natal Abiyan, decidió que el primer proyecto de su fundación debía ser financiar y construir un hospital con la atención sanitaria básica y una oportunidad de vida a los menos favorecidos; ese mismo año, donó tres millones de libras (casi cuatro millones de dólares) que había recibido de un contrato publicitario con Pepsi, para construir un hospital – orfanato para los niños víctimas de la guerra. 

Cuando un periodista le pregunto por qué no había mencionado a la prensa la construcción de ese hospital, él dijo “No siento necesidad de decir nada a nadie de lo que soy en África. Sé por lo que estoy luchando, y eso es todo lo que importa”. 

Este “Embajador de buena voluntad” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo también donó dinero a las víctimas por inundaciones en Ghana, Burkina Faso, Benín, Guinea, Senegal y Níger en el 2009. Burt Munro y Didier Drogba, dos hombres que demostraron que lo imposible es posible. En el pasado invierno europeo, Drogba no soportaba recibir órdenes de un hombre de su misma edad, fue ese mismo hombre quien le convenció que no se fuera a China a disfrutar de un dorado retiro y lo aplazara. 

Se quedó en la competición que antes le entrego solo tristezas y lágrimas, el mismo torneo que este fin de semana le permitió bañarse de gloria. Justicia para el monstruo azul que ha entregado mucho y ha perdido tanto. Disfrútalo Didi, te lo mereces.